Pocos músicos transitan del jazz al flamenco y del flamenco al jazz con tanto nervio y naturalidad como ANTONIO LIZANA, joven saxofonista y cantaor de Cádiz que cuenta con un gran currículum. Con él han colaborado la Afro-Latin Jazz Orchestra de Arturo O’Farrill (Grammy incluido) y Raimundo Amador, José Mercé y Chambao. En Vic presenta Quimeras del mar (Sony Music, 2015), un segundo proyecto que oscila entre la fiesta y la solemnidad, entre el baile y la meditación, y con el que prácticamente transforma el puerto de Cádiz es un barrio de Nueva York iluminado por la luz del Mediterráneo. Un nuevo estallido de talento con una proyección incuestionable.