El proyecto ganador del Premio Puig Porret 2017 es un tributo musical a Leon Theremin, el inventor del instrumento que lleva su nombre. El espectáculo se estrenará a las puertas de 2019, año que marca el centenario de la patente del theremin, considerado el primer instrumento de la música electrónica. Constará de una serie de canciones de creación propia y paisajes musicales que dibujarán momentos de la vida de Leon Theremin y pondrán sonido a los diversos estados de ánimo de este enigmático personaje. El cuarteto de cuerda Brossa interaccionará de forma profunda con la electrónica con canciones propias, bajo la producción de los Pinker Tones.