GATICA nos ofrece una invitación al viaje. En una sola canción, puede pasar, como su Chile natal, del fuego de los volcanes al hielo de las cumbres. Sus canciones exploran nuestros territorios íntimos, nuestras geografías plurales, nuestros límites, al tiempo que son un encuentro con el otro y, en ocasiones, un reconocimiento en el otro.