Son dos, un acordeón y un tambor. Con esta mezcla tan inusual de polirritmos, surgidos de los botones del teclado y de los tambores de la percusión, se forjan nuevas rimas. En un momento determinado, es el fuelle del instrumento de viento el que toca. Poco después, es el bombo el que toma el relevo y desencadena las armonías. De este modo, entre ambos protagonistas se establece un diálogo o un conflicto rítmico, con la mediación de la música electrónica. En su repertorio, DOIS, POIS se lanza a interpretar las ideas de jóvenes compositores portugueses a través de un lenguaje innovador.