En Pastora el aspecto visual, inédito en la música, se complementa con el sentido 'cinematográfico' de sus canciones. Cada palabra, cada frase, cada estrofa son una imagen de soledades, de gente que pasea por las calles, de búsquedas, de alegres tristezas, de tristes alegrías, de abstracciones, de esperas, de encuentros, de abandonos y de melancolías.